Ya perdoné errores imperdonables. He perdido cosas que marcaran mi vida. Intenté sustituir personas insustituibles y olvidar personas inolvidables. He sonreído para hacerme creer que soy feliz, pero solo consigo engañarme durante unos segundos. Odio los finales, de hecho nunca dejo que una canción termine del todo.
Por eso nunca quise que acabara.
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